25 mar 2012

Anesthetize.

I

Dejas mover la pantalla que te rodea y te mira, permanente, en la pupila de tus ojos
y te arrimas, al vacío abajo tuyo, al vacío. Tu vida es un vicio
que nunca te termina de consumir: ¿Qué tal
si la muerte no tuviera nunca lugar? Te preguntas
cuando te miras al espejo, cuando esperas la respuesta, cuando alzas la mano
para detener al taxi, para apuntar con la navaja que es la misma
que te despelleja
hacia afuera desde adentro

II

Nunca miras a las luces de la calle directo hacía los ojos: temes que ellas
tengan tus ojos . también. Es que Ay, ¿No las sabes hacer callar?
Aprende usar, mi amigo, el látigo que te tortura. Empúñalo
con el entusiasmo mismo, con que se toma una bandera por el asta
y se clava en los corazones enmohecidos de aquellos supieron
poner distancia, delicadamente alejarse, olvidarte en su memoria:
así se empuña la vergüenza: así se mata
en el leguaje
de los pueblos y los bárbaros
que fueron alguna vez
dignas bestias

III

¿Es que ya no luces la mirada misma. con que solías verla? Pues ya no más
no es el mundo república
de unidos corazones
sino más bien
de mentiras delatadas
que aun así
preferimos creer.

IV

Es posible que nunca vieras lo bizarro de ser tú mismo:
nadie lo notaría: todos son demasiado ellos mismos: demasiado humanos
para entender: que nada es más importante: que no entender nada.


J. L. M. 

3 comentarios:

Nargosiprenk dijo...

Supongo que el uso extraño de los signos de puntuación es a propósito; de lo contrario, entendí, :P.

FPML dijo...

Antes de hacer una crítica u observación literaria, dejo que el texto se revele primero ante mi percepción, mi intuición. Y de hecho, este texto resultó una lectura de la más curiosa. En un principio, porque no parece de su autor en casi ningún aspecto: estructura, yo lírico, corte de versos. Sin embargo, se necesita de algo más que la simple escritura y el sentimiento sincero para lograr un texto como este y no irse al carajo. Es allí dónde creo se evidencia al autor. Es equilibrado, claro. Es un texto que en un principio, parece no decir nada. Las sensaciones que transmite son demasiadas bien conocidas como para ser sensibles al espíritu. La enajenación de uno mismo y la singularización del yo. Ahí reside el quid de la cuestión. La primera parte es llana, algo aburrida, monótona, demasiado conocida... es tan pero tan rutinaria que llegas al punto de preguntarte o pensar... claro, ¿cómo aquello puede ser vida si la muerte parece tan ausente y el movimiento inexistente, insulso? No gusta ni disgusta lo que hay, tan sólo es. El tiempo pareciera no transcurrir pero transcurre rápidamente en la medida en que no hacemos nada de nada, tan sólo pasa a nuestro lado. Y eso no detiene que nos consumamos, al contrario, la degradación es cada vez más patética. Para la segunda parte, aquella sensación de dejadez (muy bien reflejada en el corte desprolijo de los versos) se infla en la primera parte, para final pincharse hacia el final cuando ocurre realmente un movimiento espacial temporal mental cósmico y todo retorna hacia un principio superior al yo lírico. Aquí es cuando el texto (no me atrevo a decir poema o narración, pero en todo caso no interesa dado el vaivén y la concordancia con aquellas sensaciones amorfas que de ve en cuando asaltan al individuo común para hacerlo pensar) En las dos últimas partes, III y IV, hay un cambio notable: las ideas son más concisas, la poética es más venosa, posee más fuego, más vida y en el final, el yo lírico recobra el equilibrio, al llegar a una conclusión (esto es visible también en la forma, dado que es la parte del texto cuyo corte y pausas son más "correctos", prolijos, calmos, y ya se deshizo de aquella sensación de hastío y acostumbramiento) se libera de sí mismo y del mundo, el cual realmente no importa. Al principio, había dicho que este texto parecía no tener nada en común con su autor, pero de hecho sí: la reflexión, el equilibrio final, la expansión, la definición y la conciencia elevada, aquella que nos dice al resto que aún estamos allí abajo y que en realidad ni siquiera somos nosotros mismos porque nuestra conciencia está dormida.

FPML dijo...

Disculpen mis errores de redacción que recién acabo de percibir, pero me enrolé y no corregí antes de postearlo.